CRISIS SOCIAL

Por: Ilse López Munguia

Como seres humanos no importa cual sea nuestra raza, religión, preferencia sexual, necesidad especial, o posición económica… tú y yo debemos ser respetados.

En nuestro país, como en la mayoría de los países del mundo, observamos con tristeza el rechazo de la sociedad hacia algunos de sus integrantes por sus características, necesidades, intereses o por sus limitaciones para sobrevivir. Desafortunadamente esta problemática también está presente en las escuelas.

Sabemos que la escuela no es la única responsable de ésto;  también depende de  la familia, de  los medios de comunicación, de la comunidad, y de la religión, porque también de ellos recibimos enseñanzas y valores para comportarnos.

Estamos conscientes que para  que nosotros, los adolescentes, podamos vivir plenamente es necesario tener un presente con igualdad y respeto, pero principalmente sin ningún tipo de discriminación. Para ello, se requiere de la participación ciudadana de todos nosotros, los mexicanos.

Para lograr una escuela y una sociedad inclusivas dejemos de ser solo habitantes y empecemos a actuar.

Reconocer lo que me tiene guardado  el futuro  me inquieta y me preocupa porque me doy cuenta que nuestra sociedad crece aceleradamente y no todo es para bien.

Si los niños de hoy volteamos alrededor podemos observar la gran violencia de nuestra sociedad: niños maltratados, personas asaltadas y violadas, niños viviendo en las calles y violencia en las familias. Lamentablemente este mal también ha llegado a las escuelas. La violencia se genera por el desamor, la falta de cuidado de los padres, los programas indebidos que difunden los medios de comunicación, pero sobre todo por la falta de valores y principios morales.

¿Real Somos responsables de nuestros actos?

¿Realmente las autoridades realizan bien su trabajo?

¿Colaboramos en algún  momento con nuestras autoridades para que realicen mejor su trabajo?

Daré respuesta a todos estas preguntas  con el único  fin de que nos pongamos a reflexionar.

Lamentablemente el entorno donde vivimos es todo un ejemplo crudo, repleto de atrocidades donde los valores no tienen cabida y la mala conducta es la moda.

Autoridades van y autoridades vienen, sexenio tras sexenio observamos con tristeza que este problema se agudiza cada día mas.

¡No basta con encarcelar a alguien cuado comente un acto de violencia!

Estamos concientes que nuestras autoridades no están realizando las acciones necesarias para mejorar nuestro entrono. Pero ya basta de reprochar y criticar estos son tiempos de actuar. Atraquemos la raíz del problema; la falta de valores.

No dejemos todo a las autoridades es necesario dejar atrás ese tipo de pensamiento, debemos derribar  barreras y construir alianzas  siendo respetuosos, tolerantes y solidarios, pero sobre todo,  aceptando a las  personas, independientemente de sus condiciones.

Como adolescente que soy, me he dado cuenta que es importante que en la escuela se ofrezcan las mismas oportunidades para todos, basándose en el derecho de una educación con igualdad y  atendiendo a la diversidad de sus integrantes.

No olvidemos que la educación empieza en el hogar. Necesitamos maestros que nos enseñen y apliquen los valores porque enseñar y no aplicar es echar la educación en saco roto.

Es el momento de que como miembros de una sociedad y como mexicanos nos unamos. Tenemos la oportunidad para cambiar los errores para un buen futuro, pero un buen futuro se consigue fomentando un buen presente. 

Sabemos que si nos unimos  coordinando nuestras acciones, respetando el derechos a los demás, cultivando cada día hábitos positivos, rescatando los valores, valores tan importantes que nacen en nuestro hogar  y tratando a los demás como quisiéramos que nos trataran a nosotros mismo seria el inicio de algo maravilloso.

De ti,  solo de ti depende ser más grande. Aprovecha tu creatividad y tu inteligencia al máximo, ¡inténtalo! seria el principio de tu grandeza. Obteniendo de todo eso lo mejor de tus virtudes y rechazando todo lo negativo que contamine tu existencia y de esa manera nuestras familias cono célula principal de nuestra sociedad se vera fortalecida y protegida evitando tantos fracaso como los que se han visto en los últimos tiempos.

 

Un proyecto social bajo  esas condiciones seria el generador de una juventud comprometida,  responsable y sobre todo confiada de su futuro.

Nosotros los niños somos el futuro de este país brindemos a esta hermosa tierra la oportunidad de segur siendo un país libre e independiente, pero además un país  con una sociedad libre de violencia  que garantice a su gente una vida justa y mejor.