Por: Ilse López Munguia
Ahora bien analicemos ¿Qué es la reforma
educativa?
La reforma educativa es una reforma constitucional desplegada por el Ing. Enrique Peña Nieto actual
presidente del país, dentro del marco del Pacto por México. Aprobándose el 20
de diciembre de 2012 y en Febrero de 2013 declarada constitucional.
En ella se reforma el artículo 3
constitucional en la fracción IX para crear el Sistema Nacional de Evaluación
Educativa para evaluar la calidad, el desempeño y los resultados del sistema
educativo nacional en la educación preescolar, primaria, secundaria y media superior.
También, se estipula que se realizán exámenes
de oposición para el ingreso del servicio docente y la promoción a funciones
directivas o de supervisión en la educación básica y media superior. En este
mismo artículo se fijaron los criterios, términos y condiciones para el
ingreso, la promoción, el reconocimiento y la permanencia en el servicio
profesional docente.
Además, se reforma el artículo 73
constitucional para que el Congreso tenga la facultad de establecer el servicio
profesional docente en términos del artículo 3 constitucional.
En este rubro, el sindicato magisterial reiteró su
disposición a que los docentes sean evaluados, aseverando que “antes de hacer
cualquier valoración se establezcan los parámetros que se quieren
cumplir, pues no es lo mismo un buen maestro para telesecundaria, que para secundaria
privada". Basándose en las afirmaciones de Felipe Martínez Rizo,
primer director del Instituto Nacional para la Evaluación de la
Educación, quien expuso que
"para evaluar maestros, necesitamos un concepto de cómo debe ser un
buen maestro, y no lo tenemos".
En mi opinión personal, la reforma educativa
condiciona la permanencia laboral de los maestros, para saber si es capaz para
seguir trabajando. Eso sería ideal si se estructurara una evaluación integral,
es decir, una evaluación de conocimientos y de la práctica docente. Además, es
preciso que el estado proporcione el apoyo real para lograr una educación de
calidad, porque todos los que nos hemos utilizado la educación pública
observamos que no existe infraestructura adecuada, en cuanto a materiales
didácticos acordes, aulas dignas, saturación de alumnos en los grupos y un sinfín
de factores más.
En este orden de ideas, la reforma no determina una evaluación integral,
porque no existe un perfil instituido del docente, un estándar, qué es lo que
se busca del docente, dependiendo de los grados. Se da por hecho que debe tener
ética, una buena didáctica, conocimientos, etc.. De
esta manera, los maestros sabrían cuáles capacidades son las que tienen que
desarrollar, repercutiendo en la calidad de la educación del país.